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¿Cuánto dura un concurso de acreedores voluntario?

¿Estás pensando en declarar un concurso de acreedores voluntario pero no tienes claro cuánto tiempo durará todo el proceso? En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber para entender la duración de un concurso de acreedores voluntario.

Un concurso de acreedores voluntario se puede definir como una herramienta legal que permite a una empresa en situación de insolvencia solicitar un proceso judicial para intentar llegar a un acuerdo con sus acreedores y evitar la liquidación de sus activos.

La duración de este proceso dependerá de varios factores, como la complejidad del caso, la cantidad de acreedores y la eficiencia del juzgado encargado de llevar el caso. Por lo general, un concurso de acreedores voluntario suele durar entre seis meses y un año, aunque en algunos casos puede prolongarse hasta los dos años.

Es importante tener en cuenta que durante el proceso de concurso de acreedores voluntario, la empresa deberá seguir funcionando y cumpliendo con sus obligaciones laborales y fiscales. Además, todas las decisiones importantes deberán ser tomadas por el administrador concursal, designado por el juzgado, quien se encargará de velar por los intereses de los acreedores y de la empresa.

Duración del concurso de acreedores

El concurso de acreedores voluntario es un procedimiento judicial al que pueden acogerse las empresas que se encuentran en situación de insolvencia. En este proceso, se busca alcanzar un acuerdo con los acreedores para el pago de las deudas de la empresa.

La duración del concurso de acreedores puede variar dependiendo de diversos factores, como la complejidad del caso y la cantidad de deudas que tenga la empresa. A continuación, se detallan los principales plazos y fases del proceso:

  1. Fase común: esta etapa del proceso tiene una duración máxima de 3 meses desde la declaración del concurso. Durante este tiempo, se llevan a cabo diversas actuaciones, como la elaboración de un informe sobre la situación económica de la empresa y la identificación de los acreedores.
  2. Fase de convenio: si la empresa presenta un plan de pago a los acreedores, se abre esta fase, que puede durar hasta 3 meses. Durante este tiempo, los acreedores pueden aceptar o rechazar el convenio propuesto.
  3. Fase de liquidación: si no se alcanza un acuerdo en la fase de convenio, se abre la fase de liquidación, que puede durar hasta un año.

    Durante este tiempo, se procede a la venta de los activos de la empresa para pagar a los acreedores.
  4. Fase de calificación: una vez finalizada la fase de liquidación, se abre la fase de calificación, que puede durar hasta 2 años. En esta etapa, se determina si la insolvencia de la empresa ha sido fortuita o culpable.

Finalización de concurso de acreedores

La finalización de un concurso de acreedores es el momento en el que se da por concluido el proceso concursal y se determina la situación definitiva de la empresa en cuestión. En el caso de un concurso de acreedores voluntario, el proceso puede durar varios meses, dependiendo de las circunstancias y de la complejidad de la situación.

Una vez que se ha declarado el concurso de acreedores, se abre un periodo de negociaciones y de búsqueda de soluciones para la empresa en dificultades. Durante este periodo, se pueden plantear diferentes alternativas, como la venta de activos, la negociación con los acreedores o la reestructuración de la empresa.

Si se alcanza una solución satisfactoria y se logra superar la situación de insolvencia, se procede a la finalización del concurso de acreedores. En este caso, se elabora un informe final en el que se recogen todas las actuaciones llevadas a cabo, así como el resultado final y la situación actual de la empresa.

En el caso de que no se haya podido superar la situación de insolvencia y la empresa se vea abocada a la liquidación, también se procede a la finalización del concurso de acreedores. En este caso, se elabora un informe final en el que se detallan los activos y pasivos de la empresa, se establecen las prioridades de pago y se determina el orden en el que se deben satisfacer las deudas pendientes.

Una vez elaborado el informe final, se procede a la aprobación del mismo por parte del juez encargado del concurso de acreedores. Tras la aprobación del informe, se da por concluido el proceso concursal y se determina la situación final de la empresa en cuestión.

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