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Casilla Gastos Deducibles por Defensa Jurídica en el IRPF

Si eres autónomo o tienes una empresa, seguramente estés familiarizado con la declaración del IRPF. En ella, debes incluir todos tus ingresos y gastos deducibles para calcular el importe que debes pagar a Hacienda. Uno de los gastos que puedes incluir en tu declaración es la defensa jurídica, es decir, los gastos derivados de la contratación de un abogado o procurador en caso de un procedimiento judicial.

En la casilla de gastos deducibles por defensa jurídica, podrás incluir los honorarios que hayas pagado a tu abogado o procurador, así como los gastos derivados del proceso judicial, como las tasas judiciales o los costes de peritaje. Sin embargo, es importante tener en cuenta que solo podrás incluir estos gastos si el procedimiento judicial está relacionado con tu actividad profesional o empresarial.

En este artículo, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre la casilla de gastos deducibles por defensa jurídica en el IRPF, cuándo puedes incluir estos gastos en tu declaración, qué tipo de procedimientos son deducibles y qué límites existen para su deducción. ¡Sigue leyendo para no perderte ningún detalle!

Gastos de abogados deducibles en la declaración de la Renta

En muchas ocasiones, los ciudadanos se ven en la necesidad de contratar los servicios de un abogado para defender sus derechos e intereses. Esta situación puede surgir en diferentes ámbitos, como en casos de accidentes de tráfico, conflictos laborales, problemas fiscales, entre otros.

En el momento de realizar la declaración de la renta, es importante tener en cuenta que los gastos de abogados relacionados con la defensa de los intereses del contribuyente pueden ser deducibles. Esto significa que se podrán restar de la base imponible del IRPF y, por tanto, reducir la cantidad que se debe pagar en impuestos.

Para poder incluir estos gastos como deducibles en la declaración de la renta, es necesario que cumplan con ciertos requisitos. En primer lugar, deben estar relacionados con la actividad económica del contribuyente o con la obtención de rentas sujetas a tributación.

Además, es importante que estos gastos estén justificados mediante una factura o documento equivalente que acredite la existencia del servicio prestado y su importe. Es recomendable conservar estas facturas y documentos durante un plazo de cuatro años, ya que la Agencia Tributaria puede solicitar su presentación en cualquier momento.

Es importante destacar que, en el caso de que el contribuyente haya recibido una indemnización por parte de la otra parte involucrada en el conflicto, deberá restar esta cantidad del total de los gastos de abogados que se quieran deducir.

En cuanto al límite máximo de deducción, este dependerá del tipo de procedimiento judicial o extrajudicial en el que se haya incurrido. En general, se permite una deducción del 15% de los gastos de abogados, con un límite máximo de 300 euros.

Sin embargo, en algunos casos específicos, como los procedimientos de separación o divorcio, el límite puede ser superior.

Es importante indicar estos gastos en la casilla correspondiente de la declaración de la renta, que se encuentra en el apartado de Gastos Deducibles por Defensa Jurídica. Esta casilla se encuentra en la página 12 del modelo oficial de la declaración de la renta.

Casilla 186 de la Renta: ¿Qué información debes incluir?

La casilla 186 del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) se refiere a los gastos deducibles por defensa jurídica. Esta casilla se encuentra en la página 11 de la declaración de la renta y es importante que sepas qué información debes incluir para no cometer errores en tu declaración.

¿Qué son los gastos deducibles por defensa jurídica?

Antes de explicar qué información debes incluir en la casilla 186, es importante que sepas qué se considera gastos deducibles por defensa jurídica. Estos gastos hacen referencia a los costes que se han tenido que afrontar por la defensa en un procedimiento judicial o administrativo.

En este sentido, se consideran gastos deducibles los honorarios de abogados y procuradores, los derechos arancelarios, los peritajes, las fianzas y los gastos derivados de la utilización de los servicios de resolución extrajudicial de conflictos. Por el contrario, no son deducibles los gastos que corresponden a la parte contraria o los que se han generado por la defensa en un procedimiento penal.

¿Qué información debes incluir en la casilla 186?

Una vez que sabes qué se considera gastos deducibles por defensa jurídica, es importante que conozcas qué información debes incluir en la casilla 186 de la declaración de la renta. En concreto, debes incluir el importe total de los gastos deducibles por defensa jurídica que hayas tenido durante el año fiscal.

Es importante que sepas que este importe debe coincidir con el que aparece en tus facturas o documentos acreditativos de los gastos que hayas tenido. Además, debes tener en cuenta que, en caso de haber recibido una indemnización por estos gastos, debes restarla del importe total antes de incluirlo en la casilla 186.

Conclusión

La Casilla de Gastos Deducibles por Defensa Jurídica en el IRPF es una herramienta que permite a los contribuyentes deducir los gastos relacionados con la defensa jurídica en procedimientos judiciales y administrativos.

Es importante destacar que para poder deducir estos gastos, es necesario que el procedimiento judicial o administrativo tenga relación directa con la actividad económica del contribuyente o con la obtención de ingresos.

Además, los gastos que se pueden deducir son los honorarios de abogados y procuradores, así como los gastos derivados de la actuación de peritos y demás profesionales que hayan intervenido en el procedimiento.

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